martes, 20 de octubre de 2015

Al cole de mayores

¡Buenos días!

No diré oootra vez que he vuelto y que intentaré no dejar de escribir porque no sé si lo podré cumplir. Me encanta escribir y compartir nuestras aventuras pero también a veces de repente me siento demasiado expuesta y no publico.

Pero bueno... ¡al lío!¡Mispequeñosastrunautas ya han empezado el cole de mayores

Un día a final de Julio estando en el despacho trabajando me llamó la directora de infantil del colegio donde van mispequeñosastronautas y nos preguntó que qué habíamos decido, que fueran juntos ó separados. Ya lo habíamos hablado con ella y con el director general y nos reiteró que ella nos recomendaba separados porque así no había competencia entre ellos en clase. Y aunque aún no habíamos tomado una decisión  miarquitectopreferido y yo, me aventuré y le dije: Ok, ¡separados! (haciéndome la valiente). Por detrás estaba miarquitectopreferido diciéndome: ¡Pero qué dices! ¡no! ¡Juntos! 

Colgué y se quedó en separados. He pasado el verano bastante  un poco nerviosa, con miedo a habernos (ó haberme) equivocado, con la carga de la responsabilidad en la elección. No decidí que fueran separados por evitar las constante competencia, que también es importante, sino por otras dos razones. La primera, porque mispequeñosastronautas son monocoriales biamnióticos por lo que es muy difícil diferenciarlos y quería que en cada clase fueran Jorge ó Lucas, que no fueran los gemelos como un pack. Y la segunda, porque cuando están separados se portan muchísimo mejor que cuando están juntos.

Cuando estuvimos buscando cole lo primero que preguntaba era si podían ir juntos. Quería tener la opción, que no fuera una imposición el que fueran separados. Y lo que más me tranquilizó fue lo que nos dijo el director general, que si no iba bien separados se podían juntar. Nos dijo: Al principio van a llorar, como todos lo nenes, pero hablo de a largo plazo, si no les va bien separados se pueden juntar.

Nos hemos pasado todo el verano diciéndoles que iban a ir al cole de mayores y que cada uno iría a una clase. Que estarían juntos en el patio y en el comedor pero en clases separadas. Lucas se lo tomó fenomenal, pero Jorge siempre decía: No, yo con tete. Por ésto teníamos más miedo a la reacción de Jorge que a la de Lucas.

Así que tras pasar el verano con la duda de habernos equivocado y el miedo a que lo pasaran mal en la separación llegó el primer día de cole. Me levanté con los mismos nervios de cuando tenía un examen importante. Les desperté y se levantaron contentísmos: ¡Al cole de mayores! Desayunaron, se pusieron el uniforme, la medalla de campeonas (un letrero identificativo de nombre, clase y profesora) y nos fuimos al cole los cuatro, mispequeñosastronautas, miarquitectopreferido y yo.


En el coche y hasta llegar a clase iban super tranquilos. Primero paramos en la clase de Lucas y la imagen era impactante, casi todos los niños llorando, con las caras rojas a punto de explotar. Pero Lucas entró como si no pasara nada se sentó en una mesa y cogió unos dinosaurios que había en la mesa para jugar. Después nos fuimos a la clase de Jorge y la escena era la misma que en la clase de Lucas, todos los niños estaban llorando y la profesora cogiéndolos para que no salieran. Sin embargo Jorge no pudo más se giró y empezó a llorar : ¡tete! ¡tete!

Nos fuimos con el corazón partío y pasamos el día pensando en ellos pero al ir a recogerlos salieron súper contentos. Lucas me dijo: mami, ¿yo voy a la clase de los mayores y tete a la de los pequeños? Me encantan sus razonamientos, si no vamos juntos será que yo voy a la de mayores y tete a la de pequeños. ;)  Lo importante es que lo dos lo habían pasado fenomenal. 

El día siguiente nada tuvo que ver, entraron los dos tranquilos, como si lo hubieran hecho toda la vida. ¡Adiós mamá! y se metieron en clase. Una vez más me demostraron que tenía que confiar más en ellos.


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lunes, 3 de marzo de 2014

Dos años

¡Buenísimos días! Este fin de semana tuvimos la boda de un amigo muy muy especial y mispequeñosastronautas eran pajes. No sabíamos si lo iban a querer hacer y tal como imaginábamos no salió como estaba previsto porque ellos son así, imprevisibles.

Mispequeñosastronautas son muy movidos y no temen a nada lo cual hace una mezcla totalmente explosiva.  Si ven una rampa por ahí tienen que bajar y normalmente rodando, si ven una escalera la tienen que subir. Cada estanteria es una cima que alcanzar, los armarios están demasiado ordenados para ellos y cada cosa que tengo en la manos es exactamente lo que ellos quieren. 

Esto hace que cada día tengamos un accidente, y pensareis, ¡exagerada! ¡cada día! Ya será menos... ¡Ojalá fuera menos! Y yo que no soy era especialmente valiente me estoy teniendo que hacer a la fuerza. 
Jorge lleva con sus dos años de vida cinco puntos en la legua, dos uñas caídas, la cabeza llena de chichones, la cara normalmente arañada por su hemano, las piernas llenas de moraduras... Lucas llevó un ojo morado quince días, un ojo que estuvo sin poder abrir un par de días de lo hinchado que lo tenía. Cuando no se cae de la moto y lleva un cuerno en la frente lleva el labio hinchado porque ha caído de morros. 

Ellos no pueden estarse quietos y cuando estoy con mis amigas es imposible enterarme de cualquier conversación porque estoy todo el rato detrás de ellos. Ir a un restaurante con ellos es de todo menos aburrido ya que ellos tienen que descubrirlo todo, incluso lo que hay debajo de la mesa de los de al lado. Y cuando estoy sacando a Jorge de debajo de la mesa de los de al lado y veo a su bebé sentadito en su silla la verdad es que tengo una serie de sentimientos encontrados.

Mi madre siempre me dice, ya verás como cuando cumplan dos años la cosa mejorará, empiezan a entender las cosas y ese ansia de querer descubrirlo todo se va calmando. Así que ya podéis imaginar las ganas que tenía de que cumplieran dos años. 

¡Y los dos años llegaron! El pasado sábado cumplieron los dos esperados años mipequeñaplagadelangostas. No es que las cosas hayan cambiado de forma radical pero ya noto un gran cambio. Noto que por lo menos entienden lo que les digo y que poco a poco empiezan a hacer caso.

Cuando soplaban las velas me daba cuenta  de que da igual que no puedan estarse quietos porque es síntoma de que son despiertos y valientes y que tengo la gran suerte de tenerlos.  Cada día cuando se despiertan me sonríen y me abrazan como si yo fuera lo más mejor del mundo.

Para mi también sois lo más mejor del mundo.


¡Felices dos años mispequeñosastronautas!

jueves, 17 de octubre de 2013

Keep calm and carry on

Antes de llevar a mis peques a la guarde estaba super agobiada por si llevarlos ó no y hablé con una amiga que ya los llevaba:

- Ni lo pienses. Ya verás cómo cunde el tiempo desde que los recoges hasta que los vuelves a llevar. ¡Y ya verás las ganas que tienes de verlos cuando vas a por ellos!-

Y esa frase de: "Ya verás cómo cunde el tiempo desde que los recoges de la guarde" la tengo grabada a fuego.

Esta semana nos fuimos mispequeñosatronautas y yo al salir de la guarde en coche a Valencia a ver a los abuelos y a subir en un trenecito, algo que a priori no parecía muy complicado. 

Pero conseguir llegar al trenecito desde casa de mis padres empezó siendo muy difícil, al carro no quieren subir... pero andar ¡ay andar! Entre que a uno le encanta andar pero no en la dirección que tú quieres sino siempre en dirección contraria a la tuya y el otro que se sienta en todos los escaloncitos de todos los portales es realmente imposible avanzar. 

Así que al final fueron a brazo y el carro lo usamos para llevar los bolsos. Los diez minutos que nos tendría que haber costado se conviertieron en cuarenta llevando once kg inquietos a cuestas. Pero como dice mi padre: Da igual que pase el tiempo aquí que allí.

Un vez llegamos al trenecito, conseguimos los billetes y logramos subir, se quedaron paralizados. Sin moverse durante el par de minutos que duraba el recorrido. No sé lo que pensaban pero en cuanto paró el tren bajaron corriendo y lo que sí les gustó fue estar en el suelo y ver el tren moverse con nenes dentro. ¡Eso sí que era divertido! ¡Mirar desde abajo! Qué risas y qué saludos les manadaban a los que giraban. 

La vuelta a casa de mis padres nos costó otros cuarenta minutos entre ir a bracito, idas y venidas andando solos, y paradas en casi todos los portales.

Ya en el coche, en la autovía de camino de vuelta a casa, íbamos los tres escuchando a Shakira y yo canturreando cuando empezé a oir unos chillidos por detrás del coche... miro por el espejo retrovisor y veo que Lucas se había soltado los brazos de los tirantes de su sillita y estaba intentando alcanzar a su hermano. Pero en lugar de tocarle lo que cosiguió fue quitar la funda protectora de la sillita de Jorge de modo que la funda le tapaba la cara a Jorge. Los dos estaban chillando, uno con medio cuerpo fuera de la silla y el otro con la cara tapada por la funda.

En la primera salida de la autovía que pude paré el coche, a uno le volví a atar y al otro le quité la funda de la cara y yo mientras me auto-relajaba cual loca hablando sola: tranquila, ya estamos casi en casa,  tranquila, ya estamos casi en casa, me repetía.



Bajamos del coche, y después de descargar 15 kg de carro y 11 kg al cuadrado de bebés llegamos a casa. Menos mal que ya estaba miarquetectopreferido y casi sin decirle hola le dije: haz la cena que voy a bañarlos. 

Llené la bañera de juguetes pero los dos se peleaban por lo mismo, por mi piedra pómez, sí eso que se usa para quitar las durezas de los pies. Les sequé, pañal, pijama y zapatos a uno, y pañal, pijama, zapatos a otro.  La cena gracias a su herencia paterna se la tomaron como un rayo y... ¡por fin les acosté!

A 21.00 h, cuatro horas despues de recogerles de la guarde me acuerdé de lo que me dijo mi amiga:

"Ya verás cómo cunde el tiempo desde que los recoges de la guarde"


* Pero como dice mi amiga Sara: ¡Arribaaaaaa! ;)))



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viernes, 6 de septiembre de 2013

Un disfraz genial para gemelos: Mario Y Luigi

¿Que tal va la vuelta al cole???  A mis peques les está costando un poco volver a la rutina y es que después de las vacaciones que se han pegado ¡como para querer volver a la guarde!

Hoy os traigo un disfraz genial para gemelos; ¡el de Mario y Luigi!


En la urbanización de la playa donde estamos hubo fiesta de disfraces y a mi como me encantan esos saraos pues apuntamos a los peques. 

El disfraz es muy sencillo ya que con un mono vaquero y una camiseta y gorra de color verde para Luigi ó rojo para Mario ya lo tenemos. A las gorras les cosimos los logos (los imprimimos y los pegamos sobre un cartón y el cartón lo cosimos a la gorra) y al mono vaquero le cosimos dos trozos de cartulina redondo a modo de botones.

Nosotros decidimos hacerles también un coche porque aunque ya caminan, la hora que dura el desfile no la iban a aguantar, así que los triciclos que tienen de Peppa Pig los convertimos en dos cochazos de Super Mario Kart.

El disfraz lo hicimos literalmente en un par de horas y más económico no puede ser, ya nos costaría alrededor de 5 euros para los dos.

Se necesita:
  • Dos cajas de cartón (nosotros las recogimos de la basura)
  • Papel de envolver rojo y verde para forrar las cajas de cartón.
  • 4 rollos de cocina para hacer los tubos de escape.
  • Papel de plata para forrar los tubos de escape.
  • Los logos de Mario y Luiggi impresos.
  • Cartulina amarilla para hacer los botones.







¡Ah! ¡Y no os olvidéis de pintarles el bigote! ;)

Espero que os haya gustado,
y vosotros:

¿Me contáis algún disfraz que le hayáis hecho a vuestros gemelos?




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jueves, 29 de agosto de 2013

De uno en uno

Mientras yo también estaba ingresada en el hospital, a unos metros pero bajo el mismo techo, todo iba bien. Estaba tan feliz de que estuvierais bien que estaba como en una nube y los tres días que estuve en el hospital se me pasaron rapidísimo entre ir a contemplaros al Nido y las visitas de familia y amigos.

Lo que yo nunca me había imaginado es que me iba a volver a casa sin vosotros. Desde el momento que salí por la puerta del hospital sentí un cansancio y una tristeza que en la vida había sentido.

Cuando llegamos a casa con vuestra mochila, que tanto nos había costado preparar sin abrir, con la casa lista para vosotros pero sin vosotros, me puse a llorar durante horas. Por fin estábamos a solas miarquitectopreferido y yo y podía llorar tranquilamente. Podía soltar los nervios y el miedo que había acumulado.

Al día siguiente fuimos a veros. A las doce empezaba la visita y todos los padres esperábamos ansiosos a que corrieran las cortinas ya que enseguida abrían la puerta. Todos pasábamos a lavarnos las manos respetando el orden de llegada e íbamos corriendo a las incubadoras. Me pasé la hora de visita de incubadora en incubadora sin poder relajarme mirando sólo a uno. No me podía centrar, cuando le estaba cogiéndo la manita a uno quería también cogérsela al otro. 

Así pasamos cuatro días yendo por la mañana y por la tarde a veros hasta que le dieron el alta a Lucas. Por fin pesaba los ansiados 2.200 kg y nos llamaron del hospital bien temparano para comunicarnos que ya podía venir a casa. El irnos con Lucas y sin Jorge fue aún si cabe más difícil que irnos sin ninguno de vosotros porque yo me decía a mi misma que estabais juntos y ahora tenía la sensación de que dejábamos sólo a Jorge.

Cuando Lucas llegó a casa la logística se hizo muy complicada ya que vuestro padre había empezado a trabajar. Así que mientras mi madre se quedaba por las mañanas en casa contigo, mi padre ó mi hermano me llevaban al hospital y por la tarde me quedaba en casa contigo mientras vuestro padre iba a verte a ti, Jorge. Una semana pasamos así, yendo y viniendo como sonámbulos esperando que no hicieras caca antes de que te pesaran y de que por fin llegaras a los 2.200 kg y te vinieras a casa con nosotros.

Pero como todo llega, 16 días después de haber nacido fuimos a por ti, Jorge. El día que llegaste a casa empecé a disfrutaros a los dos. Esa misma noche os dormisteis en mi regazo y en ese momento sentí que no podía ser más feliz.



* Este post va especialmente dedicado a una persona que acaba de ser mamá de dos bebés preciosos, ¡Felicidades Laura!



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jueves, 20 de junio de 2013

¿Y tú cómo les duermes?

Este fin de semana nos fuimos a la playa y justo al lado nuestro, en la orilla de la playa habían unos mellizos de dos añitos. En seguida los cuatro peques se pusieron a jugar juntos y la madre y yo empezamos a hablar. Me llamó muchísimo la atención una cosa que me dijo: El momento de dormirse para mi es agotador porque yo aún les sigo durmiendo cada vez a bracito a los dos. Primero a uno y luego al otro.

A mi me impresionó mucho por dos cosas, primero por la edad que tenían sus mellizos porque ya tienen dos años y segundo por lo agotador que debe ser para ella. A ella no le dije nada porque me he dado cuenta durante este año que he sido madre que cada una lo hará mejor ó lo hará peor pero que cada una hace lo que puede. Y más cuando se tienen dos bebés. 

Pero muchísma gente me pregunta y ¿tú cómo les duermes?. Es algo que he ido aprendiendo poco a poco y he ido adaptando conforme han ido creciendo. Es muy distinto tener un bebé que dos, porque cuando lloran los dos por sueño ¿a cual coges? ¿a cual duermes primero? Estar durmiendo a uno mientres estás oyendo al otro llorar es algo que yo no soportaba así que decidí dormirles a los dos a la vez.

Hasta los seis-siete meses les dormía en las minicunas moviéndolas. Me sentaba en el lateral de un sofá para estar elevada y no me doliera la espalda y con cada mano cogía una minicuna y las iba moviendo mientras les cantaba (canto fatal, pero no sé por qué les gustaba). Primero las movía más rápido y luego más lento y se dormían en seguida. 



A los siete meses les cambiamos a las cunas porque se ponían de pie en la minicuna y era un peligro. Y ese cambio a mi se me hizo muy pesado porque no podían dormirse en la cuna estática y el tiempo que tardaban en dormirse se multiplicó.

En este momento empezamos a acostarles todos los días a la misma hora, a las 20.00 h y en el mismo sitio, les pasamos a su habitación. 

Les ponía a cada uno en su cunita, cabeza con cabeza y les acariciaba la cabeza y el cuerpo y les cantaba. Muchas veces no se dormían y tenía que cogerles a bracito pero poco a poco fueron aprendiendo a que dormían en su cuna. Es un proceso que a mis bebés les ha costado pero que finalmente han aprendido.


Hay días que están muy nerviosos y duermo a uno ó incluso a los dos en brazos pero no me puedo imaginar lo agotador que debe ser dormir todos los días, todas las siestas y todas las noches a los dos bebés en brazos.



Así que esta es mi forma de dormir a mispequeñosastronautas... 

¿Cual es la vuestra? 



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viernes, 31 de mayo de 2013

Os echo de más

Cada etapa que han pasado mispequeñosastronautas he pensado que era la mejor,  y sigo pensándolo, cada vez es mejor. Pero estamos en ese momento en el que no paran ni un segundo y parecen como dos huracanes que a veces se separan y a veces se unen para juntar fuerzas. Es ese preciso momento en el que no paran en estéreo, en el que miras hacia un lado y uno está subiendo a una estantería y miras hacia el otro y el otro está sacando todas las patatas de un armario de la cocina. Es la etapa que yo he denominado como Intensa.


El domingo pasado fuimos a comer a casa de mis padres y nada más llegar Jorge, antes incluso de que mis padres nos vieran, cogió una ranita que tenía mi madre de cerámica en la terraza y la golpeó contra el suelo: ijjjjjj ijjjjjj chillaba... La partió tan rápido que no me dio tiempo a reaccionar, no me había quitado ni la chaqueta.

Lo siento mamá...-le dije- Tranquila, no pasa nada -me contestó- Lo que no sabía en ese momento era que sólo era el principio de un intenso domingo.

Pasaron la mañana investigando la casa, una casa que a diferencia de la mía en la que ya no hay casi muebles (sólo los imprescindibles) así que ni hablemos de objetos, tiene vida; tiene plantitas, figuritas, armarios que se pueden abrir... Una casa digamos que normal. 

Después de darles la comida a ellos y ver que no querían dormir la siesta ya que en esta casa había mucho que investigar decidimos comer nosotros y después intentaríamos otra vez que durmieran la siesta.

Nada más empezar a comer, el trillizo mayor, miarquitectopreferido, tiró una copa de vino llena y recién estrenadita (regalo del cumple de mi padre). Debido al alboroto, Lucas aprovechó el despiste y cogió el plato de clóchinas sin probar y lo lanzó al suelo. Fue un momento llamémosle Intenso

Como necesitábamos descansar tras la comida, nos empeñamos en que durmieran la siesta y tras pasarnos miarquitectopreferido y yo cada uno con uno a brazo con sus 11 kg bien prietos media hora lo conseguimos.

Tras hora y media de calma la pareja volvió al ataque y mientras uno abría un armario el otro tiraba al suelo una vinajera de cristal. En ese momento decidí que nos teníamos que ir.

Por la noche le mandé un whats a mi madre y le pregunté ilusa de mí: 
- Mami, ¿Nos echas de menos?
Y me contestó:
- ¡Os echo de más!


JAJAJA Normal ¿no? 

:)


¡Feliz finde!



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