¡Buenos días!
No diré oootra vez que he vuelto y que intentaré no dejar de escribir porque no sé si lo podré cumplir. Me encanta escribir y compartir nuestras aventuras pero también a veces de repente me siento demasiado expuesta y no publico.
Pero bueno... ¡al lío!¡Mispequeñosastrunautas ya han empezado el cole de mayores!
Un día a final de Julio estando en el despacho trabajando me llamó la directora de infantil del colegio donde van mispequeñosastronautas y nos preguntó que qué habíamos decido, que fueran juntos ó separados. Ya lo habíamos hablado con ella y con el director general y nos reiteró que ella nos recomendaba separados porque así no había competencia entre ellos en clase. Y aunque aún no habíamos tomado una decisión miarquitectopreferido y yo, me aventuré y le dije: Ok, ¡separados! (haciéndome la valiente). Por detrás estaba miarquitectopreferido diciéndome: ¡Pero qué dices! ¡no! ¡Juntos!
Colgué y se quedó en separados. He pasado el verano bastante un poco nerviosa, con miedo a habernos (ó haberme) equivocado, con la carga de la responsabilidad en la elección. No decidí que fueran separados por evitar las constante competencia, que también es importante, sino por otras dos razones. La primera, porque mispequeñosastronautas son monocoriales biamnióticos por lo que es muy difícil diferenciarlos y quería que en cada clase fueran Jorge ó Lucas, que no fueran los gemelos como un pack. Y la segunda, porque cuando están separados se portan muchísimo mejor que cuando están juntos.
Cuando estuvimos buscando cole lo primero que preguntaba era si podían ir juntos. Quería tener la opción, que no fuera una imposición el que fueran separados. Y lo que más me tranquilizó fue lo que nos dijo el director general, que si no iba bien separados se podían juntar. Nos dijo: Al principio van a llorar, como todos lo nenes, pero hablo de a largo plazo, si no les va bien separados se pueden juntar.
Nos hemos pasado todo el verano diciéndoles que iban a ir al cole de mayores y que cada uno iría a una clase. Que estarían juntos en el patio y en el comedor pero en clases separadas. Lucas se lo tomó fenomenal, pero Jorge siempre decía: No, yo con tete. Por ésto teníamos más miedo a la reacción de Jorge que a la de Lucas.
Así que tras pasar el verano con la duda de habernos equivocado y el
miedo a que lo pasaran mal en la separación llegó el primer día de
cole. Me levanté con los mismos nervios de cuando tenía un examen importante. Les desperté y se levantaron contentísmos: ¡Al cole de mayores! Desayunaron, se pusieron el uniforme, la medalla de campeonas (un letrero identificativo de nombre, clase y profesora) y nos fuimos al cole los cuatro, mispequeñosastronautas, miarquitectopreferido y yo.
En el coche y hasta llegar a clase iban super tranquilos. Primero paramos en la clase de Lucas y la imagen era impactante, casi todos los niños llorando, con las caras rojas a punto de explotar. Pero Lucas entró como si no pasara nada se sentó en una mesa y cogió unos dinosaurios que había en la mesa para jugar. Después nos fuimos a la clase de Jorge y la escena era la misma que en la clase de Lucas, todos los niños estaban llorando y la profesora cogiéndolos para que no salieran. Sin embargo Jorge no pudo más se giró y empezó a llorar : ¡tete! ¡tete!
Nos fuimos con el corazón partío y pasamos el día pensando en ellos pero al ir a recogerlos salieron súper contentos. Lucas me dijo: mami, ¿yo voy a la clase de los mayores y tete a la de los pequeños? Me encantan sus razonamientos, si no vamos juntos será que yo voy a la de mayores y tete a la de pequeños. ;) Lo importante es que lo dos lo habían pasado fenomenal.
El día siguiente nada tuvo que ver, entraron los dos tranquilos, como si lo hubieran hecho toda la vida. ¡Adiós mamá! y se metieron en clase. Una vez más me demostraron que tenía que confiar más en ellos.
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